miércoles, abril 06, 2016

EN UN PAÍS SANO rodarían cabezas por el fiasco de la línea 9 de metro de Barcelona:
TMB considera prematuro difundir las estadísticas de viajeros, pero resulta revelador que hoy inicie una campaña para incentivar el uso de la L9. Ayer, entre las 7.13 y las 9.13 horas sólo 426 personas viajaron en metro a Mercabarna (219, entre las 7.13 y las 8.13 horas; 207, de 8.13 a 9.13). En esas dos horas, una de las franjas de mayor afluencia, sólo 95 personas entraron para viajar de Mercabarna hacia Barcelona o El Prat.

De los 15 convoyes que arribaron a la estación en ese lapso de tiempo en dirección al aeropuerto se bajó una media de menos de 24 personas (aunque muchísimas más proseguían su viaje en los vagones). De los 15 convoyes en dirección opuesta, es decir, del aeropuerto hacia la Zona Universitària, desembarcó una media de menos de cinco personas y hubo dos veces –a las 7.49 y a las 9.10 horas– en que no se bajó nadie.
Gastarse 16.000 millones —el doble que para toda la línea de AVE Barcelona-Madrid— para esto. Pero claro, las megainfraestructuras son una magnífica ocasión para trincar…