lunes, marzo 24, 2014

LA MEMORIA lo dulcifica todo: “No voy a ser tan miserable como lo fueron algunos de ellos en aquellas fechas y no voy a negar a quienes hoy lloran la pérdida del primer presidente de la restauración democrática un arrepentimiento sincero y un dolor real por la ignominiosa persecución que emprendimos contra Adolfo Suárez durante el bienio negro 1979-1981.”

La verdad es que la figura de Suárez se ha ido agigantando en la proporción en que ha estado enanizándose la clase política después de él. Porque en aquella época era muy discutido.