sábado, enero 18, 2014

¿DE QUÉ SIRVE obtener un gran éxito de audiencia en una TV que no lo va a poder rentabilizar a través de publicidad? Sólo para ponerse la medalla, pero para nada más.

Si algún argumento medianamente razonable queda en favor de la TV pública es que ésta hace programas minoritarios que las privadas no harían ni hartos de Sálvame, por ejemplo cosas como esta o esta. Vale. Por contra, las privadas invierten en programas con la esperanza de obtener una audiencia lo más elevada posible, para poder obtener ingresos con la publicidad que compensen, y a poder ser superen, esa inversión. Eso es lo que persiguen las privadas: dar a la gente algo que les interese e intentar ganar dinero con ello.

Pero ¿por qué una TV pública debe comportarse como una privada a la hora de producir, pero no a la de vender? Que lo haga en ambas cosas cosas o en ninguna, porque la situación actual sólo supone mayor gasto público del que correspondería. Mi preferencia sería que no lo hiciera en absoluto, claro. Fijaos que el tipo de programas minoritarios y ciertamente interesantes son de la 2. Quedémonos como mucho con ésta, y vendamos sobre todo la 1, que es por la que algún conglomerado internacional podría estar dispuesta a invertir una cantidad no irrisoria, cortemos la sangría de gasto, y de paso rompamos ese duopolio privado con el que nos han dejado.