viernes, diciembre 27, 2013

A VER: ir a protestar contra la nueva ley del aborto en una iglesia es una estupidez. La iglesia (y lo digo como el ateo que sabéis que soy) tiene todo el derecho a defender lo que defiende (por cierto, manifestantes, os recuerdo que el Islam también está en contra; de nada). Y aunque hayan sido los inspiradores de la reforma del gobierno, el lugar ante el que protestar es éste y sus delegaciones, miembros etc.

De otro modo lo que se protesta no es que se haya tomado una decisión política, que es algo tan legítimo de hacer como lo es en cualquier otro caso, sino que alguien tenga el atrevimiento de pensar, por ejemplo, que la vida empieza en el momento de la concepción. Lo que casa muy mal con la libertad que los protestones dicen defender porque esa, como la contraria, es una creencia que forma parte de la esfera personal y, como tal, es perfectamente válida. Es el acto político el que puede debatirse, no las creencias de cada uno.

Que yo sepa los contrarios al aborto sólo pretenden que éste no exista, pero no quieren impedir a los partidarios que lo sean; en cambio éstos quieren prohibir siquiera defender una postura moral sólo porque ellos no la comparten.