domingo, noviembre 17, 2013

NUNCA CREÍ que leería un párrafo así abriendo una crónica de El País:

La corrección anunciada por Barack Obama a la reforma sanitaria, más importante por su significado que por sus consecuencias inmediatas, es la puntilla a una gestión que navega a la deriva desde hace meses y que ha convertido al presidente más deseado de la historia en la mayor decepción.