miércoles, agosto 07, 2013

VEO que no es Pablo Pardo el único de El Mundo que no se entera. Pero esto es casi más grave, no por el tema, sino porque teóricamente es un especialista. Y que alguien que supuestamente domina un tema desconozca cosas tan fundamentales es de traca.

El final de temporada de 'Isabel', esa serie española cuyo proceso de producción y emisión ha sido en sí mismo otra serie (mezcla de '30 Rock' e 'In the Loop') lo vieron en torno a cuatro millones y medio de espectadores. El último episodio emitido de 'Juego de Tronos' tuvo una audiencia en EE.UU de sólo un millón más. Sin embargo, a HBO le salen los números, en un país mucho mayor que España y con una oferta televisiva en consonancia. Porque la audiencia de 'Juego de Tronos' (y de todas las series de HBO) se multiplica en cuanto tenemos en cuenta sus pases en otras cadenas y países, entre ellos España, y las ventas de DVDs. Si a esto le añadimos la facturación por merchandising, salen los números.

No deja de ser cierto, los ingresos por sindicación internacional y merchandising son claves, pero ellos por sí sólos no deciden la viabilidad de una serie. Dicho de otro modo, una serie rentable sólo por sindicación internacional y merchandising posiblemente no se haría jamás (y además está le hecho distorsionador de que 'Isabel' está hecha por una tele pública sin criterios de rentabilidad, igual en una privada no se habría hecho; pero eso es meterse en otro berenjenal). La clave en la rentabilidad de una serie en EEUU está, en primer lugar, en la sindicación nacional, cuando es emitida "de reestreno" por cadenas temáticas y estaciones locales. Eso sí se tiene en cuenta por adelantado a la hora de dar la luz verde.

En cuanto a las cadenas por cable, lo que hace que les salgan los números, lo que permitió por encima de cualquier otro motivo que el sector se desarrollara, es decir, lo que ha convertido a  HBO (y ahora otras como Showtime, Cinemax o Starz) en lo que es, es el hecho de que HBO y las demás cobran de las redes de cable por cada abonado, miren o no el programa en cuestión, por el mero hecho de incluir en canal en sus ofertas. Y no les impide tener ingresos adicionales por publicidad. Son "cojines financieros" que, en el caso de HBO, en sus buenos tiempos llegó a ser de ¡1.500 millones de dólares al año! Con eso empezaron primero a comprar los derechos de superproducciones de Hollywood para su emisión televisiva, y después a producir contenido original que además, a diferencia de la TV tradicional, sí podía tocar temas más "arriesgados" (especialmente sexo). Como ejemplo, por eso AMC pudo producir una serie como Mad Men incluso antes de saber si tendría mucha audiencia y tendría éxito entre anunciantes. Tenía el dinero por adelantado, y lo que después podía sacar de publicidad iba 'directo a beneficio'. No habría podido producirla de otro modo, o cuando menos lo habría tenido mucho más difícil, porque los anunciantes no la percibían como esa cadena que le hace ahora la competencia a HBO.