viernes, diciembre 14, 2012

YA SABÍA YO que me caía bien por algo: resulta que Ravi Shankar, que murió el otro día, no soportaba a los hippies y a los que adoraban su música por pose sin entenderla realmente, y en general repudió la prostitución de su música en manos de grupitos pop con pretensiones. Vamos, como si de golpe se supiese que Lluís Llach odia a los indepentistas.

Hay una anécdota deliciosa que explica el artículo, durante el famoso concierto por Bangladesh en el Madison Square Garden. Corría el año 1971, y Ravi Shankar sale al escenario con su grupo. Empieza a rasgar la sitar y su grupo cada uno lo suyo. El público entregado, aplaudiendo, en éxtasis. "Otra, otra" gritaban. Ravi Shankar se acercó entonces al micro y les dijo: "Celebro que les guste tanto ver cómo afinamos. Ya verán cuando toquemos de verdad".

Es un 0wned como una catedral.