lunes, noviembre 12, 2012

TENÍA QUE PASAR tarde o temprano:

La BBC, una de las instituciones británicas más respetadas dentro y fuera del Reino Unido, atraviesa una de las peores crisis de su historia, algunos dicen que la peor. Y en esta ocasión no se trata de uno de sus enfrentamientos con el gobierno -sí, han ledído bien, con el gobierno- sino de factura propia.

Además un asunto particularmente escabroso. Pero no es el primero; recordad el muy oscuro incidente del suicidio de David Kelly.

Y ahora repetid conmigo: viva la TV pública...