lunes, abril 16, 2012

SOSTRES:
A un rey se le puede cortar el cuello pero no se le pueden discutir las cacerías. Puedes preferir la república, pero no una monarquía de Seat Ibiza y menú de mediodía. 


[...] Gracias a la cacería de don Juan Carlos media España podrá decir mañana en el bar o en la oficina que la culpa de todo lo que les ocurre es del despilfarro de la monarquía; y pronto saldrán petardísimas comparaciones y metáforas que pondrán en relación el cadáver del elefante que sale en la fotografía con la reforma del mercado laboral o la subida del metro de Madrid.

Ya tenemos una excusa más para aplazar la autocrítica, para continuar quejándonos de quién sabe qué, para reírnos del Rey y de su percance mientras son nuestras vidas de vacío moral, ninguna tensión y toda la holgazanería las que mueven a la más trágica de las risas.
No le falta razón. Yo me considero "republicano no antimonárquico" y, chistes aparte, la verdad que es el vuelo de las críticas está siendo bastante gallináceo.