martes, junio 21, 2011

QUÉ DIVERTIDO ha de ser jugar a la jet set con dinero de otros, ¿verdad?
La ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, utilizó la noche del pasado sábado un avión Falcón de la Fuerza Aérea para viajar desde Santiago de Compostela a Sevilla para pasar el domingo en la capital hispalense. Su presencia en la ciudad andaluza obedecía únicamente a una visita de carácter personal, pues no tenía programado ningún acto institucional como responsable del Ejecutivo ni tampoco se aprovechó del avión militar para participar en un encuentro del PSOE, como ha sucedido con otros miembros del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. 
He dicho muchas veces, y lo mantengo, que buena parte de los problemas de la clase política española se deriva del hecho que está compuesta por gente que en la "vida civil" serían anónimos profesores en una universidad de provincias, o abogados del montón, y a quienes les deslumbra un estilo de vida de multimillonario que no les cuesta ni dinero ni esfuerzo obtener: coches oscuros con cristales tintados, chóferes, fornidos escoltas que les abren las puertas y están atentos a sus deseos, aviones privados con solo chasquear los dedos... Y es más, gente que sabe que cuando deje el cargo volverán a una vida casi tan mediocre como la que habían llevado antes. En cierto sentido es hasta comprensible que se aferren al cargo como lapas.