domingo, febrero 20, 2011

En EEUU por lo menos tuvieron el mínimo ingenio de llamarlo "Coffee Party" (y en las manifas habían más periodistas que asistentes, por cierto; lo dejaron, claro): "Intelectuales impulsan el 'Tea Party' de izquierdas".
"Impulsar la convergencia barrio a barrio y pueblo a pueblo para construir un bloque social alternativo". Con este objetivo se presenta hoy en Madrid la Red de Convergencia Ciudadana, un nuevo movimiento cívico de izquierdas y antineoliberal impulsado por un grupo de intelectuales, que nace con la pretensión de avanzar en el proceso de refundación de la izquierda que inició IU pero que se encuentra actualmente estancado.

La federación respalda este proyecto, que impulsará las mesas ciudadanas por todo el país. Los documentos con los que trabaja la red, a los que tuvo acceso Público, definen estas mesas como "espacios para aquellos ciudadanos que han decidido enfrentarse con hechos a una salida regresiva a la crisis provocada por las políticas neoliberales".

Se trata de construir, pues, un Tea Party antineoliberal, como prefiere llamarlo uno de los promotores de la iniciativa Armando Fernández Steinko. Este sociólogo de la Complutense defiende la necesidad de ir "limando asperezas y diferencias" entre la izquierda alternativa, para llegar a acordar un "programa de mínimos antineoliberal" y edificar así una fuerza rojiverde potente. "Debemos generar un contrapoder, crear un polo nuevo, y hay sitio para esta convergencia. Nos necesitamos todos, los rojos a los verdes y viceversa".
Per, ¿no habíamos quedado que el Tea Party era un fenómeno nocivo que dinamitaba el concepto mismo de democracia? ¿A qué viene el emularlo, por mucho que sea desde el otro lado del pasillo?