sábado, enero 08, 2011

EL ATENTADO CONTRA la congresista demócrata Gabrielle Giffords es una tragedia (las noticias de que había muerto se han rectificado, y está en situación crític). Eso no ha impedido a muchos seres despreciables, cuando aún casi no había llegado al hospital y no se sabía nada prácticamente, culpar a Sarah Palin y al Tea Party. Entre otras cosas, por un mapa de la pasada campaña electoral con dianas que ya comenté en su momento: los demócratas tienen mapas así por todos lados. De mal gusto, sí, pero no exclusivo de ella.

No es bueno precipitarse, porque de hecho Giffords es una demócrata muy moderada, que cree que Obama está muy escorado a la izquierda y que, por tanto, está muy mal vista por elementos de ultraizquierda, que incluso llegaron a amenazarla públicamente de muerte por votar contra Nancy Pelosi esta semana (aquí la captura de pantalla por si lo retiran). Y no sería el primer caso reciente de violencia en EEUU que la gente corre a culpar a los fachorros de derechas y acaba demostrándose que el asesino es un pirado de ultraizquierda. Sin descartar que haya podido ser alguien del cártel de la droga de Mexico, contra quienes Giffords luchaba constantemente.