martes, diciembre 21, 2010

CARLOS CARNICERO:
El poder tiene unos extraños magnetismos que distancian de la realidad y el tiempo completa ese trabajo hasta que convierte a los líderes en extraños en su propia tierra y ante su propia gente. Anteayer supimos que José Luis Rodríguez Zapatero, por propia confesión, ha comunicado a su esposa y a un miembro de su partido la decisión que tiene tomada sobre si será candidato o no en las elecciones generales.

Tenemos que colegir que el presidente considera su candidatura como un asunto de familia y sólo ha tenido confidencias con un elegido de su partido, tal vez el mismo que podría ser ungido como candidato si la decisión de Zapatero fuera abstenerse.

El asunto es escandaloso, pero hasta el nivel que tienen los desvaríos, que cuando se desbordan terminan por ser invisibles. El presidente entiende la política de su partido como una parcela de su propiedad en donde sólo él tiene derecho a construir.
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