domingo, noviembre 14, 2010

SEGÚN EL WASHINGTON POST, la administración Obama anunciará pronto que uno de los cerebros del 11-S, Khalid Sheik Mohammed, no será juzgado, ni en Nueva York por un tribunal civil, ni en Guantánamo por uno militar. Simplemente seguirá prisionero en la base norteamericana en Cuba: han concluido que las leyes de guerra permiten tener presos indefinidamente y sin juicio a combatientes irregulares. Lo cual es absolutamente cierto, como sabe cualquiera que haya estudiado primero de Derecho.

Lo que pasa es que es precisamente lo que, con Bush en la Casa Blanca, todos decían que no se podía hacer, que era lo que convertía a Guanánamo en "el agujero negro de los derechos humanos" bla bla bla. ¡Toma cambio!