viernes, noviembre 05, 2010

LA REALIDAD, a veces, iguala a la ficción: un anciano caucásico que embarcó el pasado 29 de octubre en un vuelo desde Hong Kong aterrizó en Vancouver como un veinteañero asiático. Era un disfraz, claro. Pero la gente a bordo debió de flipar en colores, a juzgar por la fotografía.