viernes, septiembre 17, 2010

CREO QUE NADIE en su sano juicio duda de que los casos de pederastia son episodios particularmente oscuros de la Iglesia católica (y de algún que otro cineasta que, a pesar de haber drogado, emborrachado y violado a una niña de 13 años sigue gozando de la admiración y el respeto de la biempensatía mundial, pelillos a la mar, es un artista de los nuestros). Pero si se dijera respecto al Islam una décima parte de lo que se dice sobre la Iglesia en este artículo, y en el tono en que se hace, el autor -autora, en este caso- sería tildado de Islamófobo, xenófobo y racista en menos de lo que se tarda en decir "Alá". O habría de pasar a llevar una vida semiclandestina para evitar ser degollado. Eso cuando menos.

Y no, no sirve decir que la pederastia es algo particularmente repugnante, que lo es. Porque la Iglesia católica no es la única en tener pervertidos entre sus filas. No ha habido prácticamente cobertura mediática, pero eso no quiere decir que en las madrassas no haya abuso sexual infantil.