sábado, marzo 20, 2010

EXACTO:
Los anglosajones suelen ver la botella medio llena después del desastre. Cuanta más cultura emprendedora hay en un país, más fácil es que inversores y sociedad sean más comprensivos cuando las cosas no salen bien. También tiene que ver, coinciden varios entendidos, con el apego a la seguridad laboral. En España se valora mucho la estabilidad. Y el empresario, cuando falla, arrastra a otros al paro y, en algunos casos, a sus familiares a una mala situación económica. Algo que, si se hubiera hecho funcionario, no hubiera ocurrido. "Hay una clara relación entre los niveles de actividad emprendedora y la flexibilidad laboral en un país", defiende Ignacio de la Vega, del IE Business School. Estados Unidos es el paradigma de un extremo: hay muy poca seguridad laboral cuando se trabaja para otros y por eso la gente no ve riesgos al montar una empresa. Al otro extremo, España, donde la seguridad laboral es alta (lo que De la Vega y Fernández califican de un mercado laboral muy inflexible), montar una empresa es cosa de locos o soñadores.