jueves, enero 21, 2010

ALUCINO cada vez que veo este vídeo de un niño de ocho años rescatado vivo después de haber estado una semana bajo las ruinas del terremoto en Haití. Fijaos en su reacción; incluso entre tanta tragedia, no puedo evitar sonreír al verse saludando a la concurrencia como un torero:



Bravo, chaval.