domingo, diciembre 20, 2009

FABULOSO PEDRO NUENO, que escribe esto mientras se pelaba de frío entre clase y clase en Harvard:
Quizás hemos convertido esto en una especie de religión. Probablemente necesitamos una religión y mucha gente al rechazar una religión de verdad se complica la vida apuntándose a una que queda bien: salvar al mundo. Esta religión tiene santos como Al Gore que hacen lo que pueden por calentar el planeta. Pero este se resiste. Es también una religión cómoda para muchos gobiernos. Es cuestión de hablar, no hay que hacer gran cosa, y los de la religión parece que ya se quedan satisfechos.

Toda religión tiene sus misterios y por tanto no hay que preocuparse mucho por entender qué es el ozono o el CO2 . Alguien comentaba hace unos días que la prensa tendría que insistir más en que los coches deberían emitir menos ozono por el tubo de escape. Volví vía Londres, donde había nevado y el caos en el aeropuerto era notable. Gracias al calentamiento del planeta la nevada no cerró el aeropuerto del todo, pero fueron cuatro horas de colas en las que veías a la gente bastante caliente.
 

En nuestro mundo cualquier fenómeno se puede ver como una oportunidad y el calentamiento se ha convertido en un sector de la economía. Hay un montón de empresas enfriando el planeta y mucha gente ocupada en ello, y algunos con mucha ilusión. Por tanto, no deberíamos tomarnos esto totalmente en broma. Vayamos profundizando en lo positivo de todo esto: ahorrar combustible es positivo (mejores motores, mejores aislamientos, calefactores eficientes). Algún coche eléctrico circulando, ¿por qué no? Sacar energía del aire y del sol, ¿por qué no?, ¿no la sacamos del agua y del carbón? Quizás no tenemos información suficiente y rigurosa de todo esto como para obligar a la sociedad a golpes de incentivos o de impuestos a ir en una dirección determinada. No vaya a ser que descubramos que hemos hecho ricos a unos por enfriar el planeta a costa de otros que pasaban por allí y tuvieron que pagarlo, y luego resultó que no se había calentado.