martes, septiembre 29, 2009

EN BUENAS MANOS:
La fachada del cuartel de Conde Duque está cubierta por una lona amarilla. Su estructura ha quedado al aire libre porque lo están reformando. En el interior, un centenar de trabajadores recorren los andamios. La obra tiene que estar lista antes de que termine el año. Es uno de los proyectos incluidos por el Ayuntamiento de Madrid en el Fondo Estatal de Inversiones Locales (FEIL), el llamado plan E. Como éste hay otros 269. Las empresas que los ejecutan se han servido de un resquicio legal para conseguir contratos. Algunas constructoras se comprometieron a crear más empleo del que realmente necesitan. El número de trabajadores era una de las condiciones que inclinaron la balanza para adjudicar los proyectos. Y varias empresas han inflado estos datos. Uno de los trucos para cumplir con lo comprometido es contratar a los trabajadores por horas. Así cada día o semana pueden cambiar de cuadrilla para conseguir la cifra prometida. Esto ha provocado casos tan sorprendentes como que para construir una escuela infantil las empresas hayan asegurado que emplearán a 450 trabajadores. Más de 500 operarios para reformar el cuartel de Conde Duque o unas 300 para hacer tres kilómetros de carril bici.