domingo, febrero 08, 2009

¿OS IMAGINÁIS si, en lugar de España, esto hubiese pasado en Guantánamo? ¿Creéis que esto estaría enterrado en una breve nota en el interior de los periódicos, como ocurre, o estaría en primera página durante varios días?
En mayo de 2008, este relator de la ONU realizó una visita a España de una semana, durante la cual se entrevistó con el Gobierno central y el vasco, responsables del Ministerio del Interior, partidos, ONG y presos condenados por terrorismo.

Después de esa visita hizo un informe en el que expresa su «preocupación» por las denuncias de amenazas y malos tratos de algunos detenidos.

Tras esos atentados fueron detenidas unas 120 personas y, según el informe, al relator «le preocupan las denuncias de interrogatorios constantes sin la presencia de un abogado, combinados con amenazas asociadas al origen de los detenidos, privación de sueño y, en algunos casos, el uso de la fuerza física».

[...] También señala que hubo casos en los que los detenidos recibieron «insultos relacionados con la religión», como arrojar el Corán al suelo ante ellos, romperlo y «poner dificultades para practicar la oración». El relator subraya que el respeto del principio de no discriminación es «esencial» en «una lucha eficaz contra el terrorismo».
Arrojar al suelo y romper el Corán? Vaya, cuando la revista Newsweek publicó que eso había ocurrido en Guantánamo -lo que a la postre acabó resultando falso- hubo varias revueltas con muertos en países árabes. A la vez, nuestros enteraos y opinadores alertaban de que cosas como ésas sólo ocurrían en esa especie de neo-Tercer Reich que era la América de Bush; que eso era lo que provocaba la respuesta terrorista de gentes que, de no ser por ello, estarían saltando alegres por los idílicos campos llenos de ovejitas tan esponjosas que se dirían hechas de algodón.

Por cierto que es curioso el modo en que El Mundo ha titulado esto: ¿La ONU critica el trato dado a los detenidos? Llevamos siete años oyendo que esto -incluido no tratar el Corán con respeto- es tortura, ahora es sólo un trato...