martes, febrero 03, 2009

ESPAÑA NO ESTÁ:
"¿España? Toros, paella, vino, turismo. ¡Ah, y un enorme crash!", se ríe un empresario estadounidense en el Foro Económico de Davos. "España es un hedge fund, un fondo de alto riesgo inmobiliario", añade, metiendo el dedo en la llaga. No hay nadie para replicar esa imagen que se repite en el enclave suizo. La economía española no está en Davos. La política tampoco. Peor aún: ni un solo miembro del Gobierno se ha acercado.

"Vale ya de que los ministros animen a comprar productos españoles. Vayan ustedes por ahí a venderlos. ¿Dónde están las relaciones públicas españolas?", se pregunta Enric Sala, investigador del CSIC y explorador de la National Geographic Society, en Washington. No parece muy coherente iniciar una cruzada para estar en el G-8 y el G-20 -que agrupan a los países más ricos y pujantes- "y no dignarse a aparecer por esta feria, que al fin y al cabo es una fuente de negocios e influencias fenomenal", añade Sala. "Si queremos estar en el G-20 con una silla prestada por Nicolas Sarkozy, vamos por buen camino", ironiza Luis Cantarell, ejecutivo de Nestlé.

Ésas son las sensaciones de los pocos españoles que no se han perdido el foro. Cuando España aparece en una conversación "es por la burbuja inmobiliaria, por la sensación de que la crisis va a ser más profunda que en otros países, por las dudas sobre la banca, o por la rebaja del rating del Estado", explica el profesor de Columbia Xavier Sala-i-Martín. "Es inadmisible que no haya políticos en un foro que reúne a 40 jefes de Estado y centenares de ministros. Si no saben inglés, que nombren a otros. Si no entienden que aquí se viene a defender una marca, a atraer inversiones y a hacerse un hueco internacional, peor aún".