miércoles, enero 07, 2009

UNA CARTA DE AMOR hacia Carme Chacón en un artículo de regusto rancio, de esa babosidad hacia el poder tan propio de décadas pasadas, en La Vanguardia:
Los focos estaban ayer puestos en la ministra de Defensa. Era la primera vez que una mujer hablaba ante el Rey en la Pascua Militar, celebración castrense instaurada por Carlos III en 1782 para celebrar la toma de Menorca a los ingleses.

Los focos la buscaban y Carme Chacón actuó en consecuencia. La ministra acudió al Palacio Real con moño recogido (peinado habitual de las mujeres militares) y un elegante traje oscuro que evitaba la tradicional falda larga. Las solapas de la chaqueta y el borde negro de la blusa evocaban el esmoquin femenino, creado en 1966 por Yves Saint Laurent. Leve riesgo con el protocolo. Estampa de ministra francesa. Estampa de chica Sarkozy (deseado alter ego del presidente Rodríguez Zapatero).

Sobriedad en el gesto, discurso muy prolijo en detalles, dicción clara y voz bien modulada. Mise en scène perfectamente estudiada, con un único defecto: exceso de acento en el maquillaje.
¿"Exceso de acento"? Qué tacto. Si iba maquillada como una puerta...