sábado, enero 10, 2009

MÁS SOBRE la "desproporción"; primero, Edurne Uriarte:
Zapatero sabe que si ETA controlara totalmente el País Vasco y su estrategia fuera la de Hamás, su concepto de desproporcionado cambiaría totalmente. Con ETA haciendo una campaña de atentados suicidas a lo largo de toda España, lanzando cohetes contra los territorios cercanos de Navarra, la Rioja o Cantabria, con su población escondida en refugios antimisiles, y recibiendo, pongamos, armamento desde Francia e Inglaterra. Y nuestro presidente quiere hacernos creer que su respuesta sería policial, o que nos diría eso de que no hay una solución militar al conflicto, o que la «actitud» de ETA-Hamás ha sido «irresponsable». O que se dedicaría unos cuantos años a mendigar una intervención de la ONU mientras los habitantes de varias comunidades viven en refugios, la población española está aterrorizada por los atentados suicidas y una potencia vecina, algún Irán europeo, amenaza con aniquilarnos con una bomba nuclear que está a punto de obtener. Ése es el único análisis que un jefe de Gobierno no concernido directamente por esta guerra puede hacer. Todo lo demás es parte de esa inmensa mentira o ese show mediático (el Sarkoshow) en que algunos dirigentes europeos han convertido el conflicto palestino-israelí. Hasta que les concierna directamente, cuando la destrucción de Israel pueda ser la suya propia.
Después, Ana Nuño:
Más desproporcionalidad: Israel mata y machaca, los terroristas atacan. Israel bombardea, Hamás lanza "cohetes artesanales". Los Qassam y los Grad no serán tan potentes y precisos como los misiles guiados por láser de las Fuerzas Defensivas de Israel, pero matan igual. Pero aún hay otra desproporcionalidad dentro de la desproporcionalidad, y más mortífera: precisamente porque son menos precisos es mayor la capacidad letal de los misiles de Hamás. Esta desproporcionalidad suele ser pasada por alto por nuestros ilustrados medios de comunicación: Israel no ordena acciones militares con el fin de matar civiles, Hamás sí. Y si hasta la fecha los israelíes sólo han tenido que enterrar a 24 víctimas mortales de los juguetitos artesanales de Hamás (que han dejado, por otra parte, más de 1.100 heridos), ello refleja también otra notable desproporcionalidad: las autoridades israelíes imponen medidas de seguridad excepcionales para garantizar el derecho a la vida de sus nacionales, mientras que los simpáticos resistentes islámicos (Hamás es el acrónimo de Harakat al Muqawama al Islamiya, Movimiento de Resistencia Islámico) no sólo no hacen lo propio con sus amadísimos conciudadanos palestinos, sino que los utilizan como carne de cañón mediática al instalar sus arsenales y disparar misiles desde residencias privadas o edificios públicos. Incluso, por increíble que parezca, han llegado a disparar misiles contra Israel... ¡desde una escuela construida en Gaza con fondos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa)!
(ambos via Nihil Obstat, que además tiene un mapa, digamos, revelador)