domingo, abril 13, 2008

EL ATAQUE más difundido contra la antorcha olímpica en París -en el que un supuesto tibetano atacaba a una atleta en silla de ruedas, en una imagen que dio la vuelta al mundo- fue perpetrado por un agente chino con el fin de desacreditar a los auténticos manifestantes. No es que me sorprenda, pero la bajeza a la que llega esta gente no conoce límites.