martes, abril 24, 2007

LOS ECOCONDRÍACOS están en realidad instrumentalizando su preocupación por el planeta para inmiscuirse en todas las esferas de la vida, incluidas las más íntimas. La última prueba de ello es lo que dijo el otro día Sheryl Crow, que va a rebufo de Gore en una gira alertando de la catástrofe medioambiental inminente:
I propose a limitation be put on how many squares of toilet paper can be used in any one sitting. Now, I don't want to rob any law-abiding American of his or her God-given rights, but I think we are an industrious enough people that we can make it work with only one square per restroom visit, except, of course, on those pesky occasions where 2 to 3 could be required.
Me pregunto cómo pretende que se verifique el cumplimiento de la norma. ¿Vendrá ella a inspeccionar? ¿Entrará en el cuarto de baño, o se quedará fuera y nos dará uno, dos o tres cuadraditos de papel higiénico en función de lo que le digamos que vamos a hacer? ¿Habrá que enseñárselo una vez usado para que vea que efectivamente nos hacía falta y que no era sólo un truco para acumularlo para algún día que estemos descompuestos?



Podió.