jueves, diciembre 14, 2006

SUPONGO QUE ES el peaje que uno tiene que pagar si se es un escritor estadounidense y quiere tener posibilidades de presentar un libro en la tierna Europa, pero lo que dijo ayer Donald Spoto en Barcelona durante el lanzamiento de su biografía de Audrey Hepburn es sencillamente mentira:

En opinión de Spoto, que actualmente tiene fijada la residencia en Dinamarca, ciertas formas de maccarthismo están reapareciendo en su país. "Actualmente, en Estados Unidos, si uno no está de acuerdo con la línea predominante de pensamiento, se le considera un traidor y hasta te pueden meter en la cárcel sin cargos. De modo sutil vuelven ciertos fantasmas de la caza de brujas. Y ¿qué ocurre? Que el país, en lugar de presidente, lo que tiene ahora es un emperador: Bush. Estoy en total desacuerdo con la política internacional que desarrolla Estados Unidos".

Perfectamente legítimo estar en contra, pero retaría a Spoto a que nombrara un sólo caso en estos últimos años de alguien que haya ido a la carcel sin cargos por "no estar de acuerdo con la línea predominante de pensamiento".



Sí puede hacer que tengas problemas encontrando trabajo en el mundo intelectual, pero precisamente al revés: cuando alguien que se dedica a las artes, o al periodismo, reconoce públicamente que está de acuerdo con la política de Bush. Entonces se le tiran todos los biempensantes encima.