martes, octubre 17, 2006

HE RECIBIDO unos cuantos emails, y he leído u oído varios comentarios en los medios de comunicación en el mismo sentido que esos mensajes, sobre la entrevista de Xavier Sala-i-Martín a Montilla de la que escribí ayer. Esencialmente, lo que vienen a decir es que XSM sometió a una especie de test de pureza tribal al candidato del PSC. Pero me parece que verlo así es fijarse demasiado en las inclinaciones politicas de aquél, que nunca ha escondido y que, en mi opinión, no deberían servir como tamiz por el que pasar todo lo que haga.

Puedo equivocarme, pero yo ví más la entrevista de ayer como una puesta en evidencia de la doble vara de medir que exige a los subordinados lo que no exige a sus superiores. Se da la circunstancia de que ese doble rasero funciona sobre el tema lingüístico en Catalunya, pero podría haber sido sobre otro tema. Es más, podría verse como justamente lo contrario: como una manera de hacer ver lo absurdo, e injusto, de pedir un determinado nivel de catalán a los funcionarios cuando éste no es más que el vehículo en el que hacen un trabajo no tiene que ver de forma sustantiva sobre el idioma.

Por ejemplo, imaginad que Xavier Vendrell hubiera enviado esas cartas a los funcionarios exigiendo pagar una parte de su sueldo a ERC y se supiera que él no pagaba ni un duro al partido. Si alguien se lo preguntara en una entrevista no significaría que el entrevistador estuviese a favor de que se pague el diezmo a los partidos políticos, sino de la caradura de se pida algo que uno mismo empieza por no cumplir.

Para que quede más claro, pego aquí los párrafos relevantes:
- Usted ha dicho que el catalán es su asignatura pendiente, pero que lo está aprendiendo, ¿no? Lo está mejorando.

- Yo digo que no es mi lengua materna, porque si lo has tenido como lengua materna no tiene mucho mérito hablarlo, ¿no? Tiene más mérito que lo hayamos aprendido en la calle en lugar de en la cuna. Si el catalán lo habla exclusivamente la gente que lo ha tenido como lengua materna, mal vamos con el catalán. El reto es que lo hable todo el mundo.

- Sí, pero en la Generalitat a los funcionarios se les exige el nivel C de catalán. ¿Cree que está bien que al máximo responsable de la Generalitat no se le exija lo mismo?

- No, no tengo yo esta convicción que tiene usted.

- ¿No se les exige el nivel C?

- ¿Quiere decir que tenemos que ir a una oposición antes de ser candidatos? ¿Vale más una oposición que lo que pueda decidir el pueblo? Es una concepción de la democracia muy particular ésta que tiene usted.

- Si a los trabajadores de una empresa se les exige algo, ¿a su jefe no se le tiene que exigir lo mismo?

- No, se le tiene que exigir más, mucho más. En todo.

- En cambio, ¿con el catalán no?

- Repito, me pregunta usted, ¿usted cree que los candidatos tienen que pasar unas oposiciones técnicas antes de presentarse como candidatos? Lo digo porque estaría bien la democracia censuradora, nos podríamos remontar a hace dos siglos.
No sé, quizás esté cogiendo el rábano por las hojas, pero me parece que se está usando la entrevista como arma arrojadiza por ambos bandos. Qué novedad.

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