sábado, agosto 19, 2006

POR LO VISTO no soy el único al que le "ponen" las chicas del ejército israelí:
Un beso no deseado de no más de tres segundos de duración le ha costado el cargo al ministro de Justicia israelí, Haim Ramón, quien ayer comunicó al fiscal general que dimitirá mañana para defenderse en los tribunales de una acusación de acoso sexual. El incidente ocurrió el 12 de julio, día que comenzó la guerra del Líbano, en la sede del Ministerio de Defensa de Tel Aviv, donde se celebraba una fiesta de despedida de una funcionaria a la que acudieron Ramón, casado, de 55 años, y la joven H., una soldado de 18 años.

El ministro siguió a H. hasta una habitación apartada y en contra de su voluntad le dio un beso en la boca. H. asegura que no opuso una gran resistencia física porque no sabía cómo actuar.