martes, agosto 15, 2006

POBRECITO. Ahora resulta que Gunter Grass es una víctima perseguida: Ayer, tres días después de reconocer que a los 17 años perteneció a las Waffen-SS nazis, replicó con dureza a la multitud de voces que, fuera y dentro de Alemania, le han criticado por haber ocultado este hecho durante seis décadas.
"Está claro que algunos han intentado convertirme en una no-persona", dijo el escritor, premio Nobel de Literatura, a la agencia de noticias Dpa. Una no-persona (unperson, en alemán y en inglés) es un término acuñado por George Orwell, autor de 1984,que designa a alguien cuya existencia ha sido borrada de todos los registros.
Claro. Pero el problema principal no es que perteneciera a las SS, aunque a juzgar por el silencio de algunos que corrieron en ocasiones anteriores a colgar fotos con el uniforme alemán sí debe ser un problema, de otro modo habrían hablado de ello. No, el problema es, en primer lugar, la credibilidad de Grass. Si "según su propia confesión, fue a parar a las Waffen SS, originariamente una tropa de elite que al final de la guerra contaba con cerca de 900.000 miembros, tras apuntarse sin éxito para combatir con los submarinos del ejército alemán. No disparó ni un tiro ni estuvo implicado en crímenes. Acabó herido y en un campo de prisioneros", ¿cómo podemos estar seguros ahora de que dice toda la verdad, si está reconociendo que ha manteniendo engañada incluso hasta a su propia familia durante todas estas décadas? ¿Qué credibilidad tiene la confesión de alguien que admite que ha mentido? ¿Mentía antes, o miente al confesar? ¿Tenemos que pensar que se ha recuperado ahora súbitamente de su torturada relación con la verdad? Es más, ¿habrá algun otro peso que se querrá quitar de encima dentro de unos años?

Y, en segundo lugar, el problema es lo que ha estado haciendo y diciendo Grass todos estos años. Como dice el mismo artículo del enlace,
cuando en 1984 el entonces canciller Helmut Kohl visitó con el presidente de Estados Unidos Ronald Reagan el cementerio alemán de Bitburg, en el que están enterrados jóvenes miembros de las Waffen-SS, Grass arremetió contra Kohl, a quien calificó de "carga suplementaria para la historia alemana.
Es esto lo que muchos le reprochamos. Imaginad cómo reaccionaría si alguien le dijera ahora que el es una "carga suplementaria para la historia alemana". No, entonces él no estaba intentando convertir a Kohl en una unperson, no.