lunes, mayo 22, 2006

ÁCIDO, DESORDENADO (¿exagerado?), pero siempre tirando con bala; así es Manuel Trallero:
Estamos metidos en la nacionalcursilería como el franquismo implantó el nacionalcatolicismo. La izquierda ha abrazado la presunción, el engolamiento y la prosopopeya igual que antes se abrazaban a la reliquia del brazo incorrupto de santa Teresa de Jesús. El talante es como un repollo con lazo rosa, una moralina barata. La izquierda se ha vuelto redicha y ramplona, mojigata allá donde predicaba el amor libre y otras pamplinas como la nacionalización de la banca y la reforma agraria.
Hay más.