jueves, marzo 23, 2006

ALFONSO ROJO escribe sobre Naji Sabri, el ministro de exteriores de Saddam que ahora se ha sabido espiaba para la CIA:
Me he quedado de piedra. Resulta que el último ministro de Exteriores de Sadam Husein era agente de la CIA. Debo confesar que hace tres años, me extrañó que Naji Sabri no figurase entre los gerifaltes detenidos ni entre los que retratados en la baraja de «maleantes más buscados».

El ministro se había evaporado misteriosamente. Reapareció unas semanas después en Viena, donde todavía reside. No creo que eche mucho en falta su Irak natal.

Naji no era como los demás. Cuando lo conocí, durante los turbulentos meses que precedieron a la I Guerra del Golfo, era director general de Información. Era una obsesión para nosotros, porque de él dependían los visados de entrada y las entrevistas.
No os perdáis el resto.

ACTUALIZACIÓN. Veo que hay quien tiene problemas para entender el artículo; para ayudar a quienes les ocurra, os recomiendo leáis también esta anotación de ayer. Es verdad que Alfonso le quita importancia a que Sabri avisara de que había armas químicas. En mi opinión es más que eso, y ya lo expliqué en la anotación a la que me acabo de referir.