miércoles, febrero 08, 2006

DOS ARTÍCULOS IMPRESCINDIBLES para entender lo que ha ocurrido con el follón de las viñetas:
  • este del Wall Street Journal (normalmente de pago, pero este artículo está "en abierto") en el que se explica cómo los imanes daneses han manipulado y agitado la opinión pública árabe. Es de lo mejor y más comprehensivo que he leído.
  • este de Amir Taheri, en el que demuestra que el Corán no prohibe las representaciones gráfica de Mahoma.
Por cierto que, no sé en otras cadenas, pero en TV3 han dado un giro de 180 grados y se dedican, con un empeño y un énfasis inédito y que sólo reservan para las mejores causas, a demostrar que los que están protestando son cuatro gatos. Después de varios días vendiendo la idea de que el mundo se venía abajo por ese ataque injusto y gratuito contra la religión preferida del sector biempensante y políticamente correcto de la sociedad catalana, ahora están intentando minimizar los daños que los salvajes disturbios podrían provocar a la imagen de aquélla.

Y es verdad, son cuatro gatos: fijaos bien lo cortos que son los planos, muy estudiados, de las informaciones televisivas. Y mirad al fondo de las imágenes y veréis cómo normalmente se ven a lo sumo 20 ó 25 filas de personas. Jamás veréis un plano abierto o desde una cierta distancia, porque se descubriría el pastel. Es una técnica de primero de manipulación televisiva que pretenden colar las agencias informativas que suelen trabajar con personal local que, dicho de la manera más suave posible, se apresta a colaborar con la causa. No siempre de forma gratuita, claro.

Por ejemplo, en la manifa de Teherán, tan amplificada por la televisión hasta que se han dado cuenta de que perjudicaban a la "religión de la paz", no sólo eran muy pocos sino que en su mayoría eran milicianos paramilitares Bassij.