viernes, octubre 14, 2005

EL TIMES de Londres sigue tirando del hilo de la detención de los dos jerarcas de la diplomacia francesa por haberse 'beneficiado' de la megaestada del programa Petróleo por Alimentos y que han confesado ante el juez, según el diario británico:
TWO former French ambassadors have admitted earning hundreds of thousands of dollars from the sale of oil that Iraq had assigned to them under the United Nations Oil-for-Food programme.

The disclosure tarnished France’s moral stand against the invasion of Iraq, and its Foreign Ministry scrambled to distance itself from the alleged illicit activities of Serge Boidevaix, a former director of the ministry, and of Jean-Bernard Mérimée, a former French Ambassador to the UN. Both are facing corruption charges.

Jean-Baptiste Mattei, spokesman for the Foreign Ministry, said: “There is no link . . . with the decision of France not to participate in the Iraq war. This stemmed from our concept of international law.”

Word that the two men had acknowledged payoffs from Baghdad has embarrassed the ministry, which fears that the actions of two retired diplomats will be used to discredit President Chirac’s opposition towards the invasion of Iraq.

Prosecution proceedings have been opened against both men on charges of influence peddling and corruptly acting for a foreign power. Le Monde reported that M Mérimée, 68, who served as UN Ambassador in the early 1990s, told Philippe Courroye, the investigating judge, that he had made $150,000 (£85,800) from two million barrels of oil that had been assigned to him in 2001.

Tariq Aziz, the former Iraqi Deputy Prime Minister, had given him the oil vouchers as thanks for his lobbying efforts on behalf of Iraq, Le Monde said. He was serving at the time as a special adviser to Kofi Annan, the UN SecretaryGeneral. M Boidevaix, 77, told investigators that he had received 29 million barrels between 1998 and 2003 in reward for lobbying on Iraq’s behalf against the international oil embargo, Le Monde said. According to the investigators, M Boidevaix had made $250,000 from selling on the vouchers.

He told Judge Courroye that he had kept the Foreign Ministry informed of his activities and the payments made to him after 1997. This appeared to conflict with the ministry’s assertion that it had no knowledge of the activities of the two ambassadors. The ministry also appeared to contradict itself, saying that in 2001 it had warned both men to observe caution in view of their status as former representatives of France. Last year, when US investigators reported evidence of French beneficiaries of the Iraqi oil handout, the ministry reacted indignantly.

Judge Courroye is investigating 11 French-based officials, business figures, politicians and a journalist who are alleged to have benefited from Baghdad’s largesse during the seven-year programme, which ended in 2003. Six have been told that they face charges. M Boidevaix told the judge that he believed that Senator Charles Pasqua, a former Gaullist Interior Minister, and others had enjoyed favours from Baghdad “because they lobbied hard for it with the Iraqis”.
Claudia Rosett también aborda la cuestión, pero afirma que a Mérimée, el ex-embajador galo ante la ONU, debe vérsele más como enviado especial de Kofi Annan, ya que fue cuando ejerció ese cargo cuando se aprovechó de la "generosidad" de Saddam Hussein.

Por su parte la prensa española, como siempre, pasando olímpicamente del asunto. Sólo ha sido tratado por agencias y por diarios locales. El único medio 'de los grandes' que ha escrito algo sobre el tema ha sido El País en un breve artículo que es lo más tergiversado que he leído en mucho tiempo, lo que es un récord incluso tratándose de ellos. Empezando por el titular: "Un ex diplomático francés, imputado por el fraude a la ONU en Irak". No por el fraude de la ONU, no; ni siquiera una preposición más neutra ("fraude en la ONU") que dejaría de lado responsabilidades. No, es fraude a la ONU, pobrecita ella. Toda una víctima. Lo de que esté implicado nada menos que el máximo funcionario encargado de dirigir el programa humanitario, además de otros a distintos niveles, es un detalle sin importancia. Claro, muchos piensan que todo criminal en el fondo no es más que una víctima.

Además, es falso decir que el escándalo fue destapado por la comisión Volcker creada por la ONU, como asegura El País. Lo que venía siendo un secreto a voces desde hacía años fué destapado el 25 de enero del 2004 por el diario iraquí al-Mada, que publicó una lista de beneficiarios de los sobornos saddamitas en todo el mundo. En Europa, esa lista fue publicada dos días después por Le Monde (¿en El País no miran los archivos precisamente del diario al que rescataron financieramente?). No pongo los enlaces aquí porque ya han caducado, pero me permito referiros a ese mismo día en HispaLibertas, donde blogueaba por entonces, que es donde publiqué la primera de una serie de anotaciones que después tuvieron continuidad aquí.

Esa lista provocó un escándalo en todos los países menos en el nuestro. Obviamente, hace falta que alguien lo explique para que la gente se pueda escandalizar. Como consecuencia, se pusieron en marcha varias investigaciones simultáneas en varios ámbitos, la más destacada de ellas la del comité de inteligencia del Senado de EEUU presidido por Norm Coleman;lo que vió le llevó a pedir la cabeza de Kofi Annan. De hecho, la comisión Volcker fue creada a iniciativa de éste tres meses más tarde, precisamente para poder controlar, y en la medida de lo posible entorpecer sin que se notara demasiado, cualquier investigación independiente externa. Nada mejor para negarse a entregar a un tercero documentación, informes de auditoría y justificantes bancarios para que pueda investigar que decirle que "no se preocupen, lo estamos haciendo nosotros en casa".