viernes, septiembre 23, 2005

GUY SORMAN:
Malas noticias para los antinorteamericanos: Estados Unidos no es la Atlántida. El huracán Katrina no lo engullirá, como tampoco lo aniquilaron los atentados del 11 de septiembre. Una vez más, la sociedad norteamericana dará la impresión de ser muy capaz de absorber los golpes y reanimarse. Nueva Orleáns será reconstruida, como lo fueron San Francisco, después del sismo de 1906, y Manhattan, en 2001. Este pronóstico se basa en la historia norteamericana y, más aún, en un análisis de su sociedad.

Estados Unidos es una vasta nación descentralizada. La debilidad del Estado central la expone a las adversidades, ya sean obra de la naturaleza o del terrorismo, pero la eficacia de la sociedad civil y del mercado -que no pierde demasiado tiempo aguardando a que el Gobierno intervenga- favorece la recuperación. Sabemos que los promotores privados están restaurando Manhattan. Paralelamente, vemos cómo la Cámara de Comercio, aplicando la lógica de la eficacia económica, ya planifica la reconstrucción de Nueva Orleáns. También advertiremos un detalle poco mencionado fuera de Estados Unidos: las iglesias, las fundaciones y otras entidades privadas ya han recaudado unos 500 millones de dólares para ayudar a las víctimas del Katrina. Creer que éstas lo esperan todo de su gobierno, en cuanto a sanciones y reparaciones, es una proyección mediática y fantasmagórica de nuestras costumbres sobre las suyas.
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