martes, agosto 16, 2005

POR LO VISTO, el que el asesinato de Steven Vincent fuera un crimen de honor porque se iba a casar con su intérprete iraquí -tal como publicó The Scotsman- no es más que un rumor malintencionado. Steven era un hombre felizmente casado, y su mujer conocía su relación -profesional y de amistad- con ella; lo cuenta la viuda de Steven en una impresionante entrevista radiofónica que me envía Debbie Krongard, lectora de la edición en inglés de Barcepundit.