domingo, julio 24, 2005

RAFAEL RAMOS siempre tan matizado, ecuánime y no maniqueo, no:
Tres días después de la segunda ola de atentados en Londres, Gran Bretaña aparece dividida entre quienes defienden disparar a la cabeza de los presuntos terroristas antes de preguntar, y quienes consideran peligrosas y exageradas las nuevas normas sobre el uso de la fuerza por parte de la policía. Un Scotland Yard en crisis y apesadumbrado admitió ayer que el hombre muerto a balazos en la estación de metro de Stockwell no estaba conectado con los sucesos del 21-J. La víctima, un electricista brasileño de 27 años, respondía al nombre de Jean Charles de Menezes y llevaba tres años viviendo en Londres.
No hay posiciones intermedias: o uno es un monstruo que está a favor de disparar a la cabeza antes de preguntar, o bien es un inteligente observador que considera peligrosas y exageradas las reglas de actuación de la policía.

Al corresponsal de La Vanguardia en Londres ni se le ocurre tener en cuenta lo que precisamente ocurrió en realidad -o sí se le ocurre porque debe saberlo salvo que sea un incompetente, pero decide esconderlo para distorsionar la realidad-: que la policía sí preguntó a un tipo que llevaba un abrigo en pleno mes de julio y que en lugar de responder salió corriendo y que encima, en vez de irse corriendo hacia un sitio abierto, lo hizo precisamente hacia un vagón de metro, a toda prisa.

ACTUALIZACIÓN. No podría estar más de acuerdo con Perry de Havilland:
To run from armed police who are shouting at you (rather than shooting at you) at any time is an extremely bad idea... to do so at a time like this in London is utter madness.

Anyone running from armed cops who have challenged them first in London today should expect to get shot dead given the clear and present danger we are in... but that does not makes this any less of a horror. If Jean Charles de Menezes just reacted idiotically to the situation he found himself in, that does not mean we should feel distain for him.