viernes, julio 22, 2005

ENRIQUE KRAUZE:
Occidente sigue perplejo ante el fenómeno. No sabe cómo explicarlo. Dejemos a un lado las necedades de grandes artistas como Karlheinz Stockhausen, para quien la destrucción de las Torres Gemelas fue la "mayor obra de arte imaginable en el cosmos". Olvidemos también (aunque es menos fácil) los sofismas de los farsantes como Dario Fo, para quien los miles de muertos del terrorismo nada significan porque la economía globalizada "mata de pobreza a decenas de millones". A pesar de la notoriedad de estos opinantes, hay otros análisis más insidiosos. Pueden leerse, por ejemplo, en diarios londinenses como The Independent. Algunos de sus articulistas han encontrado el fácil expediente de culpar a Blair de todo lo ocurrido. "En su intervención pública antes de la elección presidencial estadounidense de 2004 -apunta Nick Cohen en The Observer, 10 de julio de 2005-, Bin Laden alabó a Robert Fisk, de The Independent, cuyo periodismo admiraba. 'Lo considero neutral', dijo Bin Laden; así que supongo que todos debemos cuidarnos de usar el Tube a menos que podamos sentarnos al lado de Fisk". Fisk representa una corriente de opinión que, olvidando la cronología (el 11-9 fue anterior a Irak), responsabiliza por entero a los gobiernos de Bush y Blair del terrorismo internacional. Este freudiano desplazamiento del verdugo, esta distorsión de los hechos, es -no nos engañemos- una corriente poderosa, sobre todo en Europa continental, donde los manifestantes equiparan con frecuencia a Bush con Hitler, pero no se atreven a salir a la calle con una pancarta levemente adversa a Bin Laden. "Tu enemigo es nuestro enemigo", parecen querer decirle; a lo que Bin Laden, como Lenin en su tiempo, podría replicar: "Son los idiotas útiles".
(Via Lola, de Paraules)

ACTUALIZACIÓN. Aunque habría podido ser también via HL, si no fuera porque lo he leído después de habes subido esta anotación.