domingo, junio 05, 2005

LA INCREÍBLE MANIFESTACIÓN MENGUANTE: ese sería el resumen de ayer si uno leyera exclusivamente El País. Lo que a las nueve de la noche eran "centenares de miles" de personas, por arte de birlibirloque informativo se quedaron en unas meras "decenas de miles". Igual me he despistado y no me he dado cuenta de que Jack Arnold ha sustituido a Jesús Ceberio.

Maty está agarrado al asunto.

ACTUALIZACIÓN. Juan Carlos Girauta:
Si una televisión pública no cubre una manifestación de un millón de personas en la capital, esa televisión es una porquería en términos periodísticos, un mero brazo propagandístico del Gobierno en términos políticos y un ente dedicado a la censura. El futuro que merece pasa por la clausura o por la venta, a ser posible a pedazos. Si una televisión privada incurre en el mismo error inconcebible, será muy libre de hacerlo, pero se retrata.

El canal que el trece de marzo del año pasado consideró necesario enviar cámaras y comentaristas —y mantener una conexión permanente con la calle Génova— porque unos centenares de personas se echaron a la calle, consiguiendo con su cobertura que los centenares pronto fueran miles, ha ignorado la marea humana de este sábado.
Por bastante menos que lo de ayer, a Urnazi lo denunciaron y tuvo que ce-ce-o-o-ar. Pero claro, para que a uno lo condenen antes tiene que ser denunciado, y algo me dice que no va a haber denuncia alguna en este caso. Así se podrá seguir diciendo hasta el fin de los tiempos que "el único director de informativos de TVE condenado en los tribunales fue el del pepé".

ACTUALIZACIÓN. Esto es destrozar un editorial (aunque no acabo de estar de acuerdo con el optimismo sobre lo que tangencialmente aborda Manel: y es que dudo del efecto que en la línea editorial de los demás medios -particularmente en El Mundo- tenga la decisión de El Pais de abrir prácticamente todo su contenido. No hay que olvidar que donde se cuecen las habas es en la edición impresa, y será así todavía durante muchísimo tiempo).