martes, marzo 15, 2005

TANTO TELE 5 como Antena 3 (aún no hay nada sobre ello en la web) han abierto sus informativos vespertinos con la noticia: "Bush pierde uno de sus principales apoyos en Iraq: Italia se retira", en referencia al anuncio que va a hacer esta noche Berlusconi en el Porta a Porta, el programa de debate de la RAI (en España se puede ver en el dial 301 de Digital+, si os interesa).

Buen intento de ponerse a buenas con La Moncloa, contribuyendo a que se vea la decisión de Italia como algo análogo a lo que hizo España hace casi un año. "Si lo hacen ellos, con lo amigos que son de Bush, lo nuestro no pudo ser tan malo", es el mensaje subyacente.

Pues va a ser que no. No se trata de una retirada, sino del anuncio de una reducción del contingente, hecho con seis meses de antelación, de forma coordinada con el resto de países que forman la coalición y siempre que las fuerzas iraquíes confirmen que están en condiciones de hacerse cargo de la seguridad. Es decir, no un domingo por la tarde, sin encomendarse a nadie, dos meses antes de las fechas que se barajaban inicialmente, y en un momento de especial tensión debida a los ataques del cleriguito borderline, al-Sadr.

Pero lo que es más importante es que la reducción del contingente italiano supone exactamente lo contrario de lo que pretenden Tele 5 o Antena 3 (y ya veréis la prensa de mañana). Que Italia reduzca su presencia militar en Iraq es una una constatación de que la misión está básicamente cumplida: con Saddam derrocado, con el país en vía de reconstrucción, tras unas elecciones democráticas con una participación un 50% superior a la del referendum de la constitución europea en España, y con un período constituyente en marcha. Lejos de una mala noticia para Bush, es un golpe para todos los que -Tele 5 y Antena 3 incluidas- apostaban porque una situación así no iba a llegar nunca.

En cualquier caso, el anuncio del commentadore no es nada que no entrara en el plan original: ir, trabajar, e irse tan pronto como fuera razonable. Hasta el comunista L'Unità se da cuenta de que el anuncio no es para tirar cohetes. Pero claro, ellos no tienen que colaborar para que su presidente del gobierno salve la cara tras la ignominia de la retirada.