viernes, marzo 18, 2005

A LUIS FOIX le sale la vena luddita a propósito del desmantelamiento de las redes de pederastas:
Internet es una revolución, seguramente tan importante como la imprenta inventada por Gutenberg. Como todos los inventos revolucionarios es imparable. Pero habrá que situarla en un marco jurídico global que regule las actividades en la red. Así ha sido siempre en todas los avances de la historia.

[...] Las detenciones de centenares de personas que utilizan la red para distribuir pornografía infantil en todo el mundo es un ejemplo de que también la red necesita algún tipo de regulación que en este caso será global.
No se da cuenta de que el que esté habiendo detenciones cuando todavía no existe esa regulación específica es precisamente la prueba de que ésta no es necesaria. Y es que no hay nada que impida que los delitos cometidos a través de internet sean perseguidos exactamente igual que los cometidos dentro de ella, y es bueno que así sea. Nada menos, pero nada más.

¿O acaso es necesaria una regulación del papel de prensa, para controlar lo que se imprime en él, sólo porque ha habido revistas clandestinas de pornografía infantil durante décadas? Me da en la nariz que Foix no querría ni oir hablar de una posibilidad así; supondría un control indebido sobre las publicaciones legítimas, no delictivas, que son la inmensa mayoría; un control que se prestaría a todo tipo de excesos por parte de los controladores, con excusas que no tendrían que ver con lo delictivo, sino con el control de un derecho fundamental: la libertad de expresión.

Entonces, ¿por qué pretende Foix criminalizar una herramienta tecnológica que, como tal es neutra, en lugar que pedir que se castigue a los delincuentes por ser tales delincuentes y no por el medio a través del que elijan delinquir?

No será porque eso de "regular internet debido a sus excesos" es música celestial para quienes ven cómo Internet amenaza su monopolio de siglos sobre la creación y gestión de la información, no. ¿A que no?