viernes, diciembre 31, 2004

¡QUÉ ENVIDIA! ¡Pero qué envidia!
El Gobierno rumano ha solventado este jueves el trámite legislativo que le permitirá, a partir de enero, sustituir el sistema fiscal progresivo por un tipo único del 16 por ciento, tanto para los beneficios de particulares como para las ganancias de las empresas. Con esta medida el Gabinete Tariceanu pretende atraer más inversión exterior, reducir la inflación (del 10 por ciento en 2004) y combatir la denominada economía sumergida.
Con un poco de suerte, y tras la previsible integración del país en la Unión Europea en el 2007, la competencia interterritorial forzará a que los demás países reevalúen la estructura de sus sistemas impositivos, aunque sin duda se resistirán como gato panza arriba. De otro modo el fenómeno de las deslocalizaciones que hemos visto hasta ahora será un juego de niños comparado con lo que ocurrirá cuando en el mismo espacio económico convivan países con un tipo único impositivo y países con sistemas fiscales draconianos, confiscatorios, como ocurre en la Vieja Europa.

La competencia es algo bueno, también entre países.