domingo, noviembre 07, 2004

NO ME CANSO de hacer referencia a cualquier artículo que le atice a mi punching ball favorito (y no lo digo solamente por la forma), Michael Morre, digo, Moore. Hoy es Xavier Sala-i-Martín en La Vanguardia (requiere registro gratuito):
Recuerdan la memorable escena de Woody Allen bajando en ascensor hacia al infierno en Desmontando a Harry?:"Quinto piso: carteristas, mendigos agresivos y críticos literarios. Sexto piso: extremistas, asesinos en serie y abogados. Séptimo piso: medios de comunicación". Pensé en esa escena durante la campaña electoral norteamericana.

Y no lo pensé (sólo) porque temía que los abogados -sexto piso- convirtieran el recuento en un infierno de denuncias y contradenuncias, cosa que, felizmente, no pasó. Lo pensé, y espero que nadie se moleste, al observar que muchos medios de comunicación europeos -séptimo piso- eran poco objetivos y daban más credibilidad a las payasadas de Michael Moore, un señor cuya intención declarada era evitar la reelección del presidente, que a otros análisis más imparciales. Para entendernos: un documental de Moore sobre George W. Bush es tan objetivo como lo sería uno de Zaplana sobre Esquerra Republicana. Pasadas las elecciones, es hora de destilar la propaganda de la realidad. Por deformación profesional y por falta de espacio, hoy me referiré solamente a la economía.
Venga, a leer.