jueves, noviembre 25, 2004

LA PRENSA DE PAGO, y muy especialmente sobre papel, tiene por delante un panorama más que complicado, escribe acertadamente Pablo:
Un problema de la prensa de pago (dejado aparte el engorro del papel) es que su consumo resulta excluyente. Puedo comprar un periódico, pero difícilmente dos o más. Existe una restricción presupuestaria, y los jóvenes consumidores piensan: ¿por qué limitar el flujo de información? Por poco más de lo que cuesta un periódico durante un mes (a euro el ejemplar, 30 euros) podemos tener una conexión de banda ancha. Si a esto le añadimos el uso de servicios gratuitos como Bloglines y BugMeNot, nos encontramos con que podemos acceder a innumerables fuentes de información sin coste adicional, incluso a muchos de los contenidos originales de pago (Periodista Digital). Así, podemos contrastar, obtener distintos puntos de vista, completar informaciones, participar en las discusiones, publicar, etc. Y el precio sigue siendo fijo: lo que nos cuesta el ADSL o el cable. Y no estamos contando aquí con el resto de oferta implícita que viene con nuestra conexión.