sábado, octubre 09, 2004

EL SEGUNDO DEBATE Bush-Kerry fue sin duda mucho mejor que el primero. No sólo Kerry estuvo relativamente bien sino que el Bush de ayer no tuvo nada que ver con el de hace unos días. El formato fue mucho más vivo, y eso permitió que ambos se lucieran. A diferencia del debate anterior, Bush sí llamó la atención sobre los veinte años de Kerry en el senado en los que muchas veces votó en sentido contrario a lo que está defendiendo ahora (por ejemplo en cuestiones de inteligencia, que optaba por reducir tras la caída del Muro, o en política fiscal, habiéndose pronunciado en varias decenas de ocasiones a favor de la subida de impuestos). Pero Bush se dejó en el tintero contra-argumentaciones muy claras, particularmente cuando Kerry afirmaba que él habría conseguido el apoyo de la ONU y habría ampliado la coalición para la guerra de Iraq; esas fueron exactamente las condiciones en que se produjo la primera parte de la guerra del Golfo en 1991, y sin embargo Kerry votó en contra.

En mi opinión, aunque no por goleada sí fue una victoria clara para Bush. En el especial de Tele 5 los comentaristas (entre los que se encontraba Íñigo Sáenz de Ugarte) parecían ser de la misma opinión, y ya se sabe que no son precisamente fans del cowboy de Texas. Las televisiones norteamericanas más proclives a Kerry, como la CNN, en un primer momento también hablaban de una victoria de Bush y, lo que es curioso, fue precisamente en Fox News donde nada menos que Bill Kristol, el sanguinario neocon, afirmaba que Bush no había estado nada bien.

Pasadas unas horas, y con encuestas en la mano, parece que nos encontrarmos ante un empate técnico entre ambos contendientes. La blogosfera estadounidense, como siempre, con opiniones encontradas.

ACTUALIZACIÓN. Íñigo Sáenz de Ugarte comenta el debate en su blog.

ACTUALIZACIÓN II. Estoy de acuerdo con Cori Dauber en que fue un error gravísimo de Bush el que no usara la palabra 'soborno' al hablar del fraude del programa Petróleo por Alimentos, y el papel distorsionador de éste en esa ONU que Kerry sigue considerando como legitimador en el asunto de Iraq.