lunes, septiembre 13, 2004

A PROPÓSITO del escándalo de los memorándums utilizados por Dan Rather y cuya falsedad ha sido descubierta por la blogosfera, Juan Hervada afirma que el Ciudadano Kane ha muerto:
Es un triunfo de la libertad sobre el poder. En toda mi vida profesional he tenido que padecer desde la derecha y la izquierda las insinuaciones de estar vendido, respectivamente, a la izquierda o la derecha. Y mientras en Estados Unidos los grandes conglomerados informativos apenas si soportaban unas normas deontológicas mínimas, en España la prensa alegremente crítica de la transición democrática se esfumó para caer en manos de trapichadores de poder y en Francia el espectáculo del stajanovismo antiamericano de los medios daba vergüenza ajena. Hoy siento la alegría de abrir la ventana en una habitación cerrada demasiado tiempo, enmohecida. Había en verdad un mundo fuera de Verona...

Internet ha reducido el costo de publicación y distribución de la información a un nivel ínfimo, tendiente a cero. Ha democratizado radicalmente el acceso al conocimiento, pero también ha puesto la producción de información al alcance de todos. Y yo puedo, desde este teclado mio, escribir en tiempo real a amigos de Nueva York, Washington, México, Miami, Toronto, Hong Kong, Boston, Estocolmo, Moscú, Beirut, Cairo, Johanesburgo, Bagdad o Barcelona para que me cuenten si llueve allí o si alguien está bombardeándoles. Y ellos me pueden preguntar, si les interesa, qué pasa entre Sire Chirac y Sire Sarkozy. Eso reduce de forma drástica el poder real de los conglomerados informativos.

Ciudadanos normales y corrientes han podido juntar sus conocimientos de cómo escriben las máquinas de escribir, de los arcanos de la tipografía, de los procedimientos militares, y conseguir competir y neutralizar a uno de los conglomerados informativos más importantes del planeta. Y se acaba poder decir: “Esto es lo que hay, creedlo, porque os lo digo yo, que soy .... (El NYT, CBS, NBC, El País, Le Monde, the Idaho Stateman etc.) . Parque Jurásico, suena el violín de la melancólica extinción de la especie. Ahora ya sólo vale tener mejores argumentos y datos más contrastados que los demás. Se acaba la dictadura del tamaño, derrocada por la inteligencia distribuida de la red.

Nada que tenga que sorprender a quienes conozcan a Frédéric Bastiat o a Hayek. Es el “open-source journalism”, el intelectual (no me atrevo a decir la mente) colectivo. La suma de los autores de los blogs supera a la adición aritmética porque en su interacción hay una función neuronal; el conjunto produce unos editoriales geniales, de geometría perpetuamente variable. La lección de Hayek es que el conocimiento se crea y se ofrece socialmente a los demás a través de la capacidad de entrar en el mercado y competir. En el mercado libre de información que es Internet, los blogs están derrotando al poder establecido. La propia apertura y competitividad, la instantanéidad de la comunicación, relativiza y fragiliza a los detentadores momentáneos del poder, obligándoles a actuar de forma positiva permanentemente, innovando, imaginando, descubriendo...